Tengo
tropecientas entradas empezadas y sin terminar, llevo unos meses en dique seco... y eso tiene que significar algo... o no... quién sabe.
Pues bien, en la ardua tarea de encontrarse a si mismo, uno se da cuenta, de repente, de que sabe quién es!, al menos a grandes rasgos, y te das cuenta de que la gente que hay a tu alrededor juega un papel de variada importancia en tu vida, pero que nadie es
imprescindible, salvo los hijos, supongo...
Me paro a mirar mi vida y veo a una persona mas o menos fuerte, que se ha enfrentado a situaciones duras y que ha salido airosa, una persona que sabe buscar ayuda, cosa importante. Tengo 34 años y ya se que la vida pasa muy deprisa, pero que hay tiempo para todo.
No soy una persona especialmente interesante, no tengo
hobbyes que
fascinarían a otros, como una afición extrema hacia el deporte, o una afición desmesurada hacia la música, no se demasiado de arte, ni de literatura ni de cine... pero disfruto de todos ellos como la que mas.
Tengo en mi haber montones de
ex,
ex amigas,
ex amantes,
ex parejas,
ex maridos (bueno, solo uno),
ex compañeros, incluso algún próximo
ex demasiado exigente para mi vieja piel, a pesar de todo el amor del mundo.
Tengo un trabajo que no me satisface, con unos compañeros mediocres, con unos jefes infames, pero que me da de comer. Tengo una hipoteca asfixiante, pero tengo un hogar donde vivir. Tengo la casa llena de pelusas, pero tengo a mis tres fieles compañeros felinos.
Vivo en la gran Madrid, he dejado un millón de recuerdos en sus esquinas.
Disfruto de la seguridad que me proporciona la soledad, así que, ¿merece la pena el increíble esfuerzo que supone no ser nunca los suficiente para alguien?, yo creo que no.