sábado, 29 de diciembre de 2007

Escenas de matrimonio

Como en ese deplorable programa de la tele, supongo que por eso me repugna tanto... rebuscando en el ordenador viejo he encontrado esto:

"El sonido de la alarma perturba mi reposo. Apenas puedo escucharla y, sin embargo, cambia el rumbo de mis pesadillas. Una entidad humana sin rostro acerca su brazo hasta mí sin llegar a rozarme, siento frío y miedo, el mundo es gris y no siento a nadie, nadie puede verme.

Acabo de morir en un accidente, pero yo no siento nada, no se qué hacer, no se a dónde ir, ya no tengo miedo. Se que estoy atrapada hasta que consiga encontrar mi cuerpo pero, ¿para qué?, no tiene sentido, cuando encuentre mi cuerpo, ¿qué?, se que he muerto en un accidente, en la montaña, al chocar contra un árbol, eso si lo se, pero no recuerdo nada del accidente.

Ahí comenzó una angustiosa búsqueda a través de lugares desconocidos, de gente sin rostro que no podía verme. Encontré mi cuerpo dentro del coche, me acercaba pero no conseguía llegar cuando, de repente, desperté.

Él estaba entrando en ese momento, escuché sus pasos dirigirse hacia el cuarto de baño. Miré la hora en el reloj digital, eran las cuatro de la mañana. Entró en la habitación quitándose la ropa, podía oler ese fuerte olor a tabaco tatuado en la ropa. Venía de estar con ella, como casi todos los días.

Cuando se tumbó en la cama pude sentir en mi cabeza su transpiración, ácida, corrompida como el vómito, ese olor incrustado en mi cerebro tras tantas veces, un aliento que podía definir nuestro ya inexistente amor.

No se muy bien si se quedó dormido o venía ya inconsciente. Se tumbó en la cama, boca abajo, con los brazos extendidos ocupando todo el espacio. Yo me quedé inmóvil, sin saber qué hacer. Traté de empujar su inerte cuerpo hacia un lado, pero no podía, grité, pero no podía escucharme, volví a gritar, pero nada sucedió. Rompí a llorar, sentada en el borde de la cama, agarrando mis pobres piernas, balanceándome. No podía hacer nada.

Esa sensación de impotencia se convirtió repentinamente en un ataque de ira, empecé a empujarle hacia el otro lado de la cama, era inútil, estaba inconsciente. Pensé que, si le tiraba de la cama, se despertaría, y así lo hice, rodé su cuerpo hacia el borde de la cama, pero en cuanto él sentía el vacío bajo su cuerpo, en un acto inconsciente, se aferraba, de nuevo, a la cama haciendo absurdos todos mis esfuerzos.

Me levanté de la cama y comencé a dar vueltas por la habitación intentando recordar cómo había podido llegar hasta ahí, por qué me había hecho aquello a mi misma. Necesitaba hacer salir todo aquél dolor de alguna manera de mi ser, necesitaba sentir un dolor físico que me hiciera salir de aquella pesadilla, una punzada, un golpe, una bofetada..., sentía que mi interior estaba a punto de estallar estrellando mis entrañas contra las paredes azules de la habitación.

¿Por qué me había aferrado a ese mundo?, ¿por qué continuaba ese camino?. Todavía podía recordar los momentos de infancia en los que imaginaba mi vida sola, tranquila, segura, fuerte, sólida... pero nada había sucedido de esa manera, más bien al contrario. Estaba atrapada en una realidad inexistente de puro absurda. Nada tenía sentido. Ni siquiera me dolía saber que él había vuelto a pasar la noche con ella. No me dolía una nueva borrachera ni la responsabilidad de tener que llamar a su madre por la mañana para que fuera a despertarlo de su coma y que no le echaran del trabajo, no, era un miércoles como otro cualquiera.

Era mi Nada puesta sobre la mesa, ya no estaba sola, sencillamente, había dejado de existir y esa angustia pugnaba por salir de mi cuerpo materializándose en el dolor que merecía sentir, por que me había traicionado.

Como en una especie de ensoñación, comencé a llenar la bañera, ya debían ser las cinco y el mundo había desaparecido a mí alrededor. No existía el despertador, que habría de sonar una hora y cuarto mas tarde, no era mi casa, ni mi mundo, actuaba inconsciente de pura lógica por que sabía lo que tenía que hacer. Una lucidez que me hacía actuar, no era una lógica consistente, era la pura realidad.

La bañera se había llenado de agua caliente, calmosa y tranquila y yo, desnuda, me sumergí sintiendo el calor entrando en mi cuerpo, por todos mis poros, haciendo flotar mí angustia.

Había cogido la vieja cuchilla que guardaba para depilarme, la puse sobre el borde de la bañera y sumergí la cabeza, cerré los ojos bajo el agua y pude verme flotar en el océano azul, mi cuerpo pesaba y me arrastraba hasta el fondo, entonces, saqué la cabeza y abrí los ojos dejando entrar en mi cabeza la luz naranja del cuarto de baño. El color de la tristeza, una fotografía en sepia de lo que nunca debió suceder.

Cogí la cuchilla y la hundí en mi muñeca. Un escalofrío de dolor y liberación recorrió todo mi cuerpo, poco a poco mi sangre comenzó a teñir de color esa penumbra anaranjada. Empecé a sentir una profunda calma al dejar salir de mi todo ese mal, unas lágrimas de agradecimiento asomaron en mis ojos. Me sentía feliz, estaba haciendo lo que tenía que hacer, por fin podía escapar de ese camino sin regreso que había escogido algún día traicionando todo aquello en lo que creía, traicionando mi vida. Nada podía hacer al respecto, no existen los caminos de regreso ni las segundas oportunidades.

Por fin pude descansar."

jueves, 27 de diciembre de 2007

Si hay que hablar de la navidad, se habla y punto.

Bueno, pues venga, voy a escribir sobre las navidades, bueno, “mis” navidades, que no escapan de la tónica surrealista de mi existencia, así que, paso a relataros los últimos acontecimientos.

El sábado pasé el día en Ávila con mi amigo Carlos, estuvimos paseando por la ciudad y nos comimos unos chuletones que no valían, ni por asomo, su precio. Lo pasamos bien, aunque claro, con Carlos siempre surgen las dudas sobre si debo o no debo seguir quedando con él, por que siempre tiene que hacer algún comentario sobre “nosotros”, pero, ¿quién tiene que protegerle de las cosas que le hacen daño, él o yo?, y ni siquiera se si quedar conmigo le hace daño… Por lo menos he conseguido, al fin, con 33 añazos, entender que, para los tíos (y sin ánimo de generalizar), cuanto mas marimacho te comportas con ellos tratando de que vean en ti tan solo a un “amigote” mas, mas interpretas que quieres que te arranquen la ropa… y yo, si fuera creyente, me preguntaría “¡POR QUÉEEEEEE, DIOSSSSSSSSSSSS, POR QUEÉEEEEEEEEEEEEEEEEE!”, ¿es que no se puede tener un amigo sin que acabe mirándote como un filete de ternera sobre un plato?, incluso si te ven recién levantada, con legañas, en pijama, sin duchar… eso da igual.

He de decir en mi defensa, que ésta misma conversación ya la he tenido con Carlos y siempre dice lo mismo, que para cuidarse ya está el solito y que solo quedamos como amigos… pero permitidme que lo dude. Pero bueno, parece que ésta es una de tantas eternas polémicas. Lo único que me queda hacer es, según lo entiendo yo, dejar de aceptar planes con él mientras no seamos realmente amigos.

Como era de esperar, el domingo me levanté reflexiva y con pocas ganas de salir a la calle, pero me llamó una amiga de Luis con la que todavía hablo de vez en cuando y estuvimos charlando un poco de todo. Me contó cosas de él y la verdad es que me dio pena, es absurdo después de cómo se portó conmigo, pero me da pena. Él quería ser libre y, justo la chica con la que pretendía ir de la mano por las mil y una noches etílicas, es justo la que le ha puesto las cadenas. Es lo que tiene la vida.

El lunes, día de Navidad, amanecí con una nube gris sobre la cabeza, me esperaba una noche con mis padres de “repicapunto”, pero la cosa fue aún peor, mi madre se dedicó, desde las 4 de la tarde, a hacerme su ya conocida ANTITERAPIA, con su mejor intención, pero es que te dice unas cosas y de una manera que acabas yendo a la cocina, con cara de estupefacción, a coger el cuchillo mas grande y mas afilado. Y es que nadie como una madre para hacerte sentir insegura de todo, consigue que me tiemblen las canillas y que se me quede el espíritu mirándome como el gato de Sreck tratando de que mi voluntad ponga firme mi autoestima.

La velada navideña, tras ingentes cantidades de vino y comida, fue entre romántica y siniestra, es decir, mi madre tuvo a bien sacar las cartas de amor que le enviaba mi padre y que todavía no ha terminado de quemar en la chimenea de la casa del pueblo. Si, queridos míos, tuve que escuchar las confesiones íntimas, románticas y no tan románticas, de mis padres. Menos mal que no había sexo explícito, por que ya había localizado el cuchillo mas largo y mas afilado…

Me imagino que alguno de vosotros encontraréis la velada entrañable y emotiva, pero es realmente incómodo que tus padres te involucren en sus momentos mas íntimos, es casi como si te los encuentras haciendo el amor (cosa que, evidentemente y como no podía ser de otra manera, a mi me ha pasado… corramos un tupido velo).

Para terminar la noche y para seguir la rutina de todas y cada una de las visitas a casa de mis padres, insistieron en que me quedara a dormir, pero había sido ya demasiada dosis de realidad para mi pobrecita alma errante. Menos mal que nochevieja la pasaré con mis hermanas, sus respectivos machos alfa y mis sobrinos.

Aun así, sigo de muy buen humor, todo el mundo está de vacaciones, duermo media hora mas, no tardo nada en llegar al trabajo y, lo mejor de lo mejor, NO TENGO NINGÚN JEFE, NINGUNO!.

domingo, 23 de diciembre de 2007

La semana.

Ha sido una extraña semana con alguna que otra cosa inesperada. Pero hoy es domingo, estoy contorsionada en el sofá escribiendo en el portátil en una postura casi imposible, me siento tranquila y ha salido el sol. Me habéis felicitado muchos la navidad y eso le ha dado una gran parte de su color a la semana.

El jueves volví a tener, contra todo pronóstico, noticias de P. No se a qué vino, por que ni siquiera me felicitó por mi cumpleaños, pero mas sorprendida me quedé anoche cuando vi que me había escrito un correo para enviarme una banda sonora esa misma tarde. Supongo que pretendía que supiera que estaba en Madrid, supongo que volvía a lanzarme el anzuelo... pero no quiero meterme de nuevo en un callejón sin salida.

El mismo jueves me llamó una amiga de Luis, estuvimos charlando un buen rato, charlando acerca de su inminente boda, de mis últimos trámites legales con él, del último año en general.

Suele ser habitual que tenga en el mismo día noticias de mundo del pasado, por eso, no me sorprendí mas de lo necesario, ni busqué explicación ni dejé que eso alterase en nada mi día a día. Es mas, en realidad nunca termina el pasado de salir de mi presente, pero eso es normal, por que el presente construido por todos y cada uno de los momentos del pasado.

Sin embargo, no puedo dejar que eso impida que el presente mire hacia el futuro, por mil errores que haya cometido y por mil errores que me quedan por cometer.

A veces pierdo la paciencia y no consigo ver la luz, me revuelvo y muerdo mi propia mano, me ahogo con mi propia correa al intentar escapar. A veces es tan sencillo como sentarse a escuchar y mirar lo que tienes delante.

No se qué pasará mañana, pero al menos se que hoy ha salido el sol.

Feliz navidad a todos, católicos, agnósticos y ateos, no perdáis la ilusión, todavía somos niños.

lunes, 17 de diciembre de 2007

COMO UN ANTROPÓLOGO EN MARTE

Ayer estuve en Aranda de comilona con los amigos del marido de mi amiga M. Todos encantadores, sus parejas encantadoras también, es de los pocos grupos de trabajo que no se pasa la comida entera hablando de construir aviones, ni poniendo verde a algún compañero o compañera o quejándose de cualquier otra cosa. Me gusta quedar con ellos.

Pero yo tengo alguna clase de error de programación o acaso he nacido en una época que no es la mía o he ido a caer en el planeta equivocado, por que es así como me siento. Es algo muy similar a lo que describe Temple Grandin a Oliver Sacks sobre su yo, su microcosmos definido por su síndrome de Ásperger, frente al mundo, solo que su soledad es una soledad sin melancolía y la mía está cargada de emociones compartidas y no compartidas. Pero ninguna de las dos entendemos el mundo que nos rodea y somos como una pieza defectuosa de un puzzle, no encajamos.

Estoy totalmente desubicada en cualquier grupo social, no pertenezco a ninguno ni soy capaz de integrarme, esto ha sido así desde que recuerdo, es una característica que nació conmigo. Para contrarrestar esta situación, he aprendido a “adaptarme” perfectamente a cualquier grupo, a cualquier situación, puedo disfrazarme de cualquiera, siempre con un pie dentro y el otro fuera.

Cuando empecé con L(uis), yo tenía mil dudas, como siempre, pero como él estaba dispuesto a estar conmigo contra viento y marea, lo arriesgué todo y me uní a él y a su mundo, me mimeticé todo lo que pude y llegué a sentirme parte de algo, por fin tenía mi propia familia, mi propio mundo, pero eso me costó perder el 90% de mi misma. Por eso, cuando salió de mi vida, sentí un tremendo alivio y el shock de la pérdida del pilar de mi vida que hizo tambalear mi microcosmos, se veía recompensado con el hecho de que yo despertaba de un profundo sueño, como si Sandman hubiera estado encerrado en una burbuja durante aquellos años… y puede que todavía lo esté.

Mi minúscula existencia está compuesta por un gran número de puntos de interés, pero todo ello es, como digo, un error de programación y de ninguna manera significa que yo sea mas completa. Por eso me interesa casi todo aunque no sepa de nada. Por eso no puedo hacer como el resto de los mortales y pertenecer a un grupo definido, no puedo seguir siendo yo si no contrasto los tacones y la falda de tubo con unas botas diesel negras y naranjas, sin días de manoletinas infantiles y días de negro y botas de tacón alto.

Por eso he sentido que P es mi último reducto por que, aunque somos incompatibles a nivel emocional a pesar de ser dos polos opuestos de la misma cosa, él flota en medio de la nada igual que yo, aferrado a sus mil sabidurías, por que con nadie mas podría reírme de un video de youtube después de haber charlado sobre savants o sobre neurociencia o sobre cualquier otra cosa, normalmente yo escuchando. Pero también con P tuve que renunciar a una parte de mi, en este caso muy pequeña, pero muy importante: la seguridad, la paz y el equilibrio emocional.

Me entristece pensar que no existe en mi inadaptación, la posibilidad de la felicidad en el amor.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Guarrerías y cochinadas.

Este es el post sobre "el asco", patrocinado por mi gato que persigue atentamente el cursor... qué pesao!

Bien, la cosa surge por que el lunes, tras meses y meses de pereza e indecisión, decidí lavar el coche. Esta es una tarea que siempre me acarrea alguna desgracia, así que procuro dejarlo hasta que las puertas se quedan pegadas y me cuesta tener que poner el pié para poder abrirlas.

Pues bien, como ya viene siendo costumbre, el martes por la mañana, 6:50 A.M, me dispongo a echar un vistazo superficial al estado general de mi pobrecito coche recién rescatado de los doscientos kilos de mugre cuando mis ojos reparan en un gigantesco gapazo VERDE en toda la ventanilla trasera. En ese momento respiro hondo intentando controlar un ataque de ira y llanto, espero unos segundos ahí parada, contemplando la "obra de arte", a las seis de la mañana, consigo articular palabra y le comento a mi compañero de trabajo mi incomodidad ante semejante situación:

- PERO QUIÉN @#@~€%&% SE LE PUEDE ACUMULAR SEMEJANTE CANTIDAD DE @#~€@€¬ Y TIENE QUE VENIR HASTA MI COCHE A DEPOSITARLO AMABLEMENTE!!!!"!!!!, PERO QUÉ PEDAZO DE @#|@#~~@#| QUE SE LEVANTA A LAS 6 DE LA MAÑANA SOLO PARA ESCUPIR....

El resto está censurado.

Mi compañero, tras reírse de mi desgracia un rato, me dijo lo obvio, "por qué no coges un cleenex y lo limpias?", a lo que tuve que contestar "antes me corto la mano que acercarme a ESO"... y es que mi problema de los mocos viene de un trauma juvenil. Estaba yo una bonita tarde de verano charlando desde una cabina telefónica con mi amigo Guillaume, creo recordar, embebida yo en mi conversación y con el sumo despiste que me caracteriza, me puse a juguetear con las cositas que había a mi alcance, en eso, se me ocurrió aplastar con mi dedo la silicona verde que unía una plataforma vertical con una horizontal... pero la silicona cedió, blanda y húmeda, al sutil ímpetu de mi dedo... era un pedazo de escupitajo con sorpresa, si... lo era... así que mis ojos se abrieron veinte centímetros de diámetro, colgué el teléfono, y con mi dedo índice cuál E.T corrí a mi casa a lavarlo una y otra vez con un cepillito hasta dejarlo rojo como un tomate, pero la huella que aquello dejó en mi alma, no se ha borrado todavía. De hecho, os lo estoy contando y no puedo evitar frotarme el dedo contra el pantalón... ay...

En otra ocasión, salíamos mi ex y yo en nuestro flamante coche nuevo de la gasolinera de dejarlo limpito y brillantito, tan contentos los dos, cuando nos dimos cuenta de que en el coche que iba delante de nosotros algo no andaba bien, hacía movimientos raros. Repentinamente, se abre la ventanilla de atras y asoma una hermosa cabeza masculina que tuvo a bien echar una pedazo de pota enooooooooorme que fue a caer, directamente, a la luna delantera de nuestro flamante coche.

Tengo muchas mas historias dramáticas de los lavados de coche, pero me tengo que ir a lavar el dedo...

miércoles, 12 de diciembre de 2007

La españa de la estampita y otros timos.

Bueno, hoy mi post iba sobre El Asco, pero lo dejaré para mañana... o para luego.

En fin, al grano, voy a relatar un par de acontecimientos de esos que te dejan con los ojos abiertos como platos:

Julio 2007, en mi casa me hayaba yo, durmiendo la siesta tras un horrible día de trabajo, habiendo sonreído todas sus horas a pesar de que me quería morir mucho por que hacía un par de semanas que mi novio el que no me iba a dejar nunca cambió de opinión de repente. Pues llegué a casa, me quité la ropa y, como hacía calor, me quedé en tanga dormida tras la sesión de lágrimas y autocompasión correspondiente.

Como suele suceder en las siestas, alguien llamó a la puerta. Salí despeinada, tambaleándome y con una batita que solo me cubría hasta la mitad del muslo. Con cara de muerta, descalza y medio desnuda, me asomo y veo a dos tiparracos en la puerta con sendos trajes y cartera en mano.

Bien, abro la puerta no vaya a ser que haya dejado sin agua a la comunidad como ya pasó el mes pasado (gajes del oficio de presidenta).

Pero no, se trataba de esa nueva raza de semihombres a los que alguien les dijo que llevar un sello de oro enorme en la mano es muy cool y las mujeres solemos quitarnos la ropa nada mas verlos. En mi caso casi era cierto, por que me presenté con la batita, los pelos y las ojeras de haber llorado etc etc, muy sensual, vamos.

Tras el momento de silencio ante la inesperada imagen fantasmagórica de mi persona, o bien por lo evidente de que debajo de la bata no había mucha ropa, se presentan como comerciales de telefónica que vienen a fidelizar clientes.

Total, para no aburrir con la historia, me venden la moto de que me regalan imagenio y que, encima, por guapa, me rebajan la factura total 10 euros.

Pero claro, yo que sospecho siempre de cualquier cosa que tenga que ver con telefónica, insisto.

- Entonces, ¿esto es totalmente gratis?, ¿no me cuesta nada el alta ni los aparatejos ni na de na?

- Efectivamente señorita.

- Bien, pues todo sea por la rebaja, por que lo que es la tele digital, a mi ni fu ni fa.

Cuál fue mi sorpresa al ver el facturón, me cobraron el alta, los aparatos, un aparato que ni siquiera necesitaba, la cuota íntegra y la cuota habitual de internet. El resto os lo podéis imaginar, meses de reclamaciones para no conseguir nada, bueno, si consiguieron que me cambiara de operadora.

Así es como funcionamos aquí, llegan macarras de una de las empresas mas "respetalbes" del país y te cuentan una mentira como una catedral, en tu propia casa... impresionante.

Y hoy otra, estoy en el trabajo y me suena el teléfono. Número privado.

- ¿Si?.
- Hola, Sra. blabla?
- Si, soy yo.
- Bien, Sra. blabla, me llamo Nosequé y la llamo de Vodafone para notificarle que ha sido Vd. seleccionada entre un grupo bla bla y entra en una promoción única. Sólo con confirmarme Vd. sus datos personales le enviaremos un sms con un código, tiene que responder al sms con el código añadiendo las letras CCQ y recibirá un identificador. Con ese identificador se presenta Vd en cualquiera de las tiendas vodafone y le regalamos un teléfono Nosequé-nosecuantos.
- Mmmm, y ¿por qué tengo yo que mandar un mensaje a ninguna parte para que me regalen un teléfono?.
- Para confirmar que quiere Vd recibir el regalo.
- Bien, envíame el sms.

Ante el olorcillo timesco que tenía el asunto, llamo al servicio de atención al cliente y me dice un chaval muy amable que si, que efectivamente la promoción es real y que, si envío el sms de confirmación, estoy firmando UN CONTRATO DE PERMANENCIA POR 18 MESES.

Todavía no salgo de mi asombro con la poca vergüenza que tienen las empresas, es que no se sonrojan lo mas mínimo con las mentiras mas gordas.

Total, otro montón de llamadas, reclamaciones, amenazas... con lo tranquila que estaba yo, ahora tendré que cambiar de operadora, por que no soporto este tipo de cosas.

lunes, 10 de diciembre de 2007

El mundo y los "Carlos".

Creo que la respuesta a acoolgirl merece un pequeño post.

Carlos me gustaba, es muy alegre, enérgico, positivo, divertido, inteligente, cariñoso... aunque no estaba enamorada de él, pensé que sería genial que quedásemos a ver qué pasaba.

He de reconocer que pasé con él momentos increíbles, me divertí muchísimo, hicimos montones de cosas, pero no llegué a enamorarme, sencillamente, para mi era un amigo muy especial, alguien con quien sentía una empatía que solo he sentido con un par de personas. Sin embargo para él, bastó para sentir algo mucho mas profundo. Nuestros sentimientos son dos líneas que no convergen en ningún punto.

Para resumir, lo que querría escuchar el día de mi muerte sería algo como el poema de W. H. Auden "Funeral Blues", por que yo soy así, exagerada en todo, y eso es lo que querría, alguien que sintiera las cosas con la misma intensidad que yo y que nunca tuviera miedo de expresarlo, mientras tanto, no merece la pena conformarse con menos.

"Parad todos los relojes, cortad los teléfonos,
impedid, con un jugoso hueso, que el perro ladre,
callad los pianos y, con un apagado tamborileo,
mostrad el ataúd, dejad que las plañideras se acerquen.

Que los aviones hagan círculos, gimoteando, sobre nosotros,
garabateando por el cielo el mensaje: Él ha muerto,
poned crespones en los cuellos blancos de las palomas,
dejad que los guardias de tráfico porten guantes de algodón negros.

Él fue mi Norte, mi Sur, mi Este y mi Oeste,
mi semana de trabajo y mi descanso dominical,
mi amanecer, mi medianoche, mi voz, mi canción;
pensaba que el amor duraría siempre: estaba equivocado.

No se desean ahora estrellas: apagadlas una a una;
olvidaos de la luna y desmantelad el sol;
lejos verted el océano y barred el bosque.
Pues ahora de ninguna manera pueden traer nada bueno."

domingo, 9 de diciembre de 2007

El mundo de Carlos.

A veces pienso que debe haber alguna clase de desequilibrio cósmico para algunas personas en el amor. Hay gente que encuentra eso que llaman el amor verdadero. Mis padres tienen unos vecinos ya ancianos que siguen enamorados como el primer día, es increíble verlos juntos, realmente sabes que dicen la verdad cuando cuentan cómo ha sido su relación durante tantos años. Pero hay personas cuyo camino de amor no es de ida y vuelta, hay gente que encuentra a la persona de la que se enamoran de por vida pero esa persona no siente lo mismo, eso debe ser bastante doloroso, pero no es menos frustrante ver que hay una persona que lo daría todo por ti y tu no estas enamorada de esa persona.

Carlos es una de esas personas, él me conoce y me quiere pausadamente, desde hace años, me quiere sin mas, no tiene miedo de decírmelo y nunca hace nada inconveniente. Yo se que él vaciaría el océano si yo se lo pidiera, pero yo nunca le pediría nada, por que no es él la persona con la que yo quiero fundirme, como dicen los The Servant "shall we liquefy". Puedo sentir toda su humanidad, su amor por mi, pero yo no siento nada.

No tendría nada de extraño sentir algo por alguien que no te corresponde, pero si sentir que esa persona es y será para siempre... Yo siempre pensé que solo se puede sentir eso por alguien que siente lo mismo por ti, alguien con quien te dejas llevar de la mano hacia ningún lugar, juntos, alimentando uno el amor del otro.

Al principio no quise creer que me dijera la verdad, pensaba que se equivocaba, que proyectaba en mi sus necesidades emocionales, pero con el paso de los años y viendo ese tesón, he empezado a creer que realmente siente lo que dice sentir, y eso me desconcierta.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Brevedades.

Vamos a ver, qué coño pinto yo metiéndome en estas historias... os pongo en antecedentes: toda una semana de vacaciones y ya empiezo mal, hago caso a mi jefe y mañana voy a una reunión a las 9.30de la mañana, adopto un perro por una semana y acabo de morrearme con el ingles y vuelvo llorando a moco tendido a mi casa cuando lo único que se es que sigo queriendo a P , maldita sea.Lo que debería estar haciendo es dormir para poder volver a la facultad mañana a las jornadas sobre Hegel, pero tengo el cerebro agilipollado por tanta tontería...