viernes, 23 de noviembre de 2007

Deberes.

Pues bueeeeeeno, llego al fin de semana con los deberes hechos.

Ayer quedé con J y nos tomamos unos margaritas en el AREIA, la verdad es que estaba tan sexy..., me encanta la ropa que lleva y me encantó quitársela.

Es que, cuando tienes un antojo, o te lo quitas o se convierte en una obsesión, así que hice caso omiso a los puritanismos de mi psicóloga y he escuchado los consejos de Nanny-Ogg (gracias guapa por leerme!!).

Y ahora unos minitos de reflexión, por que habría sido mucho esperar que la primera vez que te acuestas con alguien cuando tienes una ruptura reciente, no sea capaz de levantar un poco la costra. Además, como todo tiene que tener un toque pelín tétrico, resulta que J y P utilizan el mismo suavizante para la ropa... y el mismo desodorante... el resto lo imagináis, no?, pero una servidora, que ya tiene un callo malayo que no veas, ha salido airosa de la situación observando mis propios sentimientos, recuerdos y emociones con respecto a P sin inmutarme lo mas mínimo. Me he quitado un poco el tufillo de la nostalgia.

Pero la vida y sus cosillas están para disfrutarlas. Ayer me tomé unas margaritas escuchando buena música, me llenaron de besos, mimos, me dijeron muchas cosas bonitas y me echaron un buen par de polvos, ¿acaso hay mejor terapia?.

martes, 20 de noviembre de 2007

Qué difícil es ser yo.

Hace ya un tiempo que no escribo y es que he estado en crisis, una crisis horrorosa y profunda al mas puro estilo Bridget Jones. Por que algunas mujeres nos empeñamos en que nuestras vidas sean de lo mas surrealista. Me fui a Londres, allí me enrrollé con mi ex, ese que me traía loca, pasamos unos maravillosos días juntos saliendo a tomar algo a Notting Hill, incluso estuvimos en un bar "español" en Chiswick . Buen tiempo, paseos estupendos, sexo fantástico (como suele ocurrir, incluso mejor que cuando estábamos juntos) y a todas hora. Todo muy romántico salvo por el hecho de que él no paraba de llorar, si, literalmente, por que claro, cómo podía dejar pasar a la mujer mas maravillosa de la tierra, por que lo único que quiere en la vida es estar conmigo pero no puede. Un sinsentido histérico, psicótico, que mas parece sacado de una mala telenovela venezolana con unos toques, algo paletos, de tragedia griega. Después vuelvo a Madrid y, además del buzón reventado, seguramente a causa de la revista Venca, como dice Skezente, por que hay que decir que los malditos "Vencos" me acribillan a revistas, premios, ofertas, ofertitas, ofertones, regalos... y entiendo que eso despierte las envidias de todo el vecindario, sobre todo de la loca del tercero, que dos días después de que mi marido "abandonara la casa", no percatándose de mi estado onírico-estupefáctico-aterrorizado-lacrimógeno estado de ánimo, tuvo a bien preguntarme "que te has separao, oye, si vendes el piso me lo dices, que lo quiero pa mi hijo. Oye, y no será que tu marido se ha ido por que haces demasiado caso a tus gatos?!". Pues dos días después de estar en Madrid y haberme tomado las justas y necesarias cervezas con mi amigo Tali y haberme hecho la consabida psicoterapia, quedé con mi amigo el guiri, ese inglés que tanto me gustaba con el que mantenía una estupenda correspondencia, él en perfecto español, yo en mi horrible inglés. Guardaba, como es de esperar, la esperanza de que apareciera una especie de Brad Pitt divino de la muerte, pero el guiri resultó ser un larguirucho desgarbado mas bien feucho pero con mucha gracia, incluso atractivo. Pero intuí cierto interés y algo de neurótico y desaparecí del mapa. Ya tenía yo bastante con que P me tuviera en medio de la sicótica confusión en la que me ha tenido 5 meses. Mientras tanto y casi superada la crisis existencial, mi psicóloga continuaba con su terapéutica técnica comentando cositas como "como sigas así te vas a quedar sola", "te vas a quedar sin amigas por ser tan agresiva"... pues no se cómo expresar mi "desagrado" con ellas después de que, en dos años completos, con sus doce meses, todas las semanas hayan encontrado una excusa para dejarnos tiradas a N y a mi. La última fue buenísima, a todas les vino la regla el mismo día... y digo yo, ¿cuántos años son necesarios para que una mujer se haga con sus ciclos biológicos?, por que creo que 32 años de edad son suficientes como para acostumbrarse a vivir con ello. Total, que en la siguiente convocatoria semanal vía mail, apostillé que, si no menstruaban otra vez esa semana, podríamos quedar. Luego me dio por hacer voluntariado y me pasé, en la cúspide de mi crisis, un día enterito en el hospital con una niña deficiente mental y paralítica cerebral, ciega y casi sorda... Así que, tras la tarde que debió haber servido para hacerme ver que mi miserable vida era un camino de rosas, aproveché para tocar fondo y querer morirme sin esperar ni un minuto mas. Pero claro, ¿qué iba a hacer con mis gatos?, tendría que cargármelos, pero con mi mala suerte, seguro que alguno no caía fulminado por las drogas y lo tenía que ver agonizar. Eso no ayudó mucho a mi fase "me quiero morir, a ver cómo me suicido". Entre aquellas dilaciones de viernes, conseguí llegar al lunes habiendo hecho hasta la maleta para mi viaje a Paris con C, mi amiga de la facultad. Tenía muchas ganas, pero P tuvo a bien estropeármelo, primero me llega un sms y me dice que ojala estuviera con él y pudiéramos tomarnos una piña colada... eso después de haber quedado en "poner tierra de por medio", pero luego, para añadir una nota de color al absurdo, me envía un correo diciéndome que no ha sabido quererme, que parece ser que no sentía por mi lo que tenía que sentir. Vale, pues venga, todos contentos... pero no contento con eso, una semana después, estando yo ya en Madrid, me llega un sms un sábado a las 5.38 de la mañana en el que me comentaba, así de pasada, algo así como "no te puedes imaginar donde estoy ni las horas que llevo pensando en ti, solo quiero que sepas que eres la única persona con la que me gustaría despertarme"... Paralelamente, todas las semanas he venido recibiendo una invitación de J, el amante mas sicótico y fantástico que he tenido jamás, a cenar, a tomar algo, a un spa o cualquier actividad para dos. Pero las he ido rechazando, cortésmente, eso si, por que nunca se sabe… es que es tan atractivo.

Pero la vida nunca termina de sorprendernos con hechos absolutamente incongruentes, por un lado, P me dice que se moría por que volviéramos a estar juntos cuando estuve en Londres, pero una semana mas tarde me regala un “hombre, yo quería volver por comodidad, por no sentirme solo y para estar con alguien con quien lo paso bien”, por otro, me vuelvo a encontrar con el guiri y, como si me estuviera hablando de de la última película que ha visto en el cine, me dice que menos mal que desaparecí del mapa, por que le gusto mucho y no se habría ido a vivir a Barcelona si hubiera vuelto a llamarlo. Total, que el que llora a todas horas desde hace 6 meses me considera una vagina entretenida y divertida, sin embargo, el tío que no me conoce de nada, pretendía cambiar su vida por mi (conste que cuento con la premisa de que el guiri miente y, en cualquier caso, no tenía nada que perder si se hubiera quedado en Madrid).

Así que, zanjado el asunto P y pasadas unas cuantas semanas, me siento, absurdamente, en plena forma. Pero motivos no tengo casi ninguno. Enumero mi semana pasada:
- Me ha subido la hipoteca otras veinte mil pelas.
- Se me ha roto la calefacción en el momento mas frío del otoño.
- Tengo que pagar el IBI
- El calefactor que debía calentar mi maltrecha persona con la calefacción rota empezó a echar humo nada mas enchufarlo.
- A mi gato le salieron hongos en el morro
- Por supuesto, discutí a muerte con mis padres.
- Mi jefe me hizo una putada de las suyas.
- Llegué al fin de semana con -133.66 euros en la cuenta.
- Me quedé sin Internet (y sigo sin tener) hasta que me cambien a otra operadora.
- Salí de trabajar todos los días a las tantas, hasta las 23.00 el lunes, sin ir mas lejos.
- Vino el técnico a arreglar la caldera de la calefacción y me cobró 63 euros que no tenía por decirme que no era problema de la caldera, que era el termostato del salón que había comprado en el Alcampo.
- El fin de semana tuve fiebre y no pude ni salir de casa.
- Y por supuesto, el gato yo también tengo hongos en el brazo, una manchita, pero diferente especie que la del gato.

Así que ya, harta de hacer de madre teresa de Calcuta, decidí quedar con J para tomar unas copas y cenar en un japonés… ¡tremendo esfuerzo sobrehumano, qué capacidad de autocontrol, qué masoquista!, terminé la cita sin consumar el tremendo calentón que llevaba sin haber llegado al contacto físico. Pero claro, mi calenturienta mente me ha tenido desde entonces con unas fantasías pervertidas fruto de mi larga abstinencia, casi todos los días tengo sueños eróticos con él o con el guapísimo de mi trabajo (se llama R), parezco un albañil en la puerta de un colegio de niñas uniformadas.

La psicóloga me dijo “y luego dices que quieres a P!!!!”, “te domina el cuerpo!!!!!”, y es que solo yo podía dar con la psicóloga mas puritana del mundo. Pero qué queréis que os diga, soy joven y soy totalmente dueña de mi vida y de mis actos, así que, si me apetece tener una relación con los calzoncillos de J pasando totalmente de aguantar sus rollos, pues lo hago. Se nota que ella no ha estado en la cama (en el sofá, en la cocina, en el cuarto de baño…) de J disfrutando de su 1.90 de cuerpo suave y sensual, su pedazo de miembro y su virtuosismo “lingüístico”.

Así que, concluyo el resumen de mis últimas semanas haciendo una confesión: Necesito un buen polvo.