jueves, 10 de enero de 2008

PATENTE DE CORSO, por Arturo Pérez-Reverte

Permitidme tutearos, imbéciles

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno.

Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.

No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.

De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas.

De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.

Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia.

Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.

Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico».

O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.

Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos».

Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante.

Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet.

La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.

Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado.

5 comentarios:

acoolgirl dijo...

Cuanta verdad junta!!!

Aunque conforme veo yo a los niños de ahora... no creo que todo la culpa la tengan estos.

Un besoteee

Anónimo dijo...

Me encanta Pérez Reverte.
Mi novia, que sí tengo, me prefiere sin ropa interior XDDDD
Me flipaba el muñeco de Anatomía Humana. Sobre todo el esqueleto.
Bsitos

Ispilatze dijo...

¡jOOOODER!! uff. Inquietante lectura. Mordaz y sabia. Engancha. (Ahora es cuando lo mismo pierdo algún adepto...) Conste que me cae reketemal el elogiado Pérez-Reverte y no por su pluma, sino por sus "andanzas" de juventud, de las que no sé yo que se haya "disculpado" (¿será que no tiene, tampoco, memoria histórica?). Pero por encima de eso está el OLE CON OLE que merecen, aquí y ahora, sus palabras. Estamos que lo tiramos (esto de la educación) y mira, también me toca de cerca. Y me jode que me revienta, vamos. Porque mal aprendimos los de mi quinta (cuasi reverteriana), pero es que ahora... ahora... ahora da VERGÜENZA PROPIA. Que, señores/as: ES NUEEEEESSSTRA culpa. Tanto diálogo, tanto "vamos bien" y tanta polla en vinagre, con perdón!
Ahora la del millón: ¿y alguien sabe cómo coño arreglar esto??? Porque como alguien lo sepa, es para colgarle de los cojones por no anunciarlo en voz alta, vamos.
Ays. Que me ha tocado la fibra. Genial éste Pérez-Reverte.

joaninha dijo...

acoolgirl, supongo que la otra mitad es de los padres, de la sociedad, de los ejemplos televisivos... y un sinfín de etcs...

alotmo, alabo el gusto de tu novia ;-P, a mi siempre me ha gustado destripar cosas :-)

ispilatze, (primera vez que lo escribo bien, ole!), nena, siempre dices las cosas antes de que yo las diga??, a mi tampoco me cae bien!!!, pero el artículo es justo lo que yo pienso... GUAPA!

Zafferano dijo...

Qué artículo tan bueno! Como comprenderás me toca muy de cerca y ha sido un placer llegar hasta el final. No estoy hablando de sexo...!

Besotes