martes, 1 de octubre de 2013

Anhelo

Hoy he echado de menos el calor, el abrazo, la guarida, llegar a casa y sentir la sangre caliente en las venas compartidas, el latir el corazón que se alegra de verte, de sentirte, de tenerte.

martes, 27 de agosto de 2013

Cuando te bloqueas y no puedes dar un paso que te salvaría de caer por el precipicio.

Ha quedado ya suficientemente claro que las relaciones amorosas no son mi fuerte. Es un clásico aquello de que algunas mujeres buscamos el patrón de nuestro padre en nuestras parejas abocándonos, en gran medida, al fracaso mas absoluto. Pero en mi caso no es así, parece que yo repito el patrón de mi madre con mezclas extrañas. Suelo encontrar hombres estupendos, creativos, con unos valores parecidos a los míos, como si pertenecieran a ese mundo paralelo en el que yo levito. Gente a la que admiro y a la que me doy al 100%... hasta volverme complaciente con mis cuidados, mis detallitos, mis frasecitas amorosas... y de repente te das cuenta de que la otra persona ha dejado de respetarte por que te has vuelto tan complaciente que compras las migajas de su cariño de una forma que ellos no aprecian... y empiezan los miedos, te cierras en ti misma y repliegas las muestras espontáneas de afecto fingiendo siempre que todo va bien, que puedes con todo, que no importa... Casualmente, los hombres estupendos, creativos, con valores, también tienen una característica en común: son alérgicos a detalles de mi forma de ser; ¡menuda bomba de relojería!. Por que está claro que yo tengo temperamento, que tiendo a saltar en el momento mas inadecuado, que cuando me siento acorralada y tengo demasiado dolor guardado, me expreso con un tono victimista como el de mi madre, cosa que se que exaspera... Pero claro, llegados a ciertos puntos, mis parejas ya no solo no me respetan, si no que han cambiado la complicidad y el cariño por un sentimiento agrio y de profundo rechazo. Tanto, que no puedes expresar tus pensamientos mas profundos sobre la relación sin que ello desencadene una tempestad de palabras cargadas de oscuridad, palabras viejas, agriadas, llenas de rencor, palabras que te culpan, palabras hirientes que invalidan de un bofetón verboemocional tus sentimientos y rellenan el vacío que te deja con un cáncer de negatividad y culpa, una tristeza que invade hasta la última célula... y así todas y cada una de las veces que se plantea la conversación, saque yo el tema (casi nunca, por puro miedo, o pereza si me apuras), o lo saque él (tan a menudo que, en cuanto ves el rictus, ya tu cuerpo entero se baña en brea). Al final estás destrozada, agotada... y la vida continúa con sus alegrías y con sus penas. Pero ya no puedes pedir cariño, un abrazo, una caricia, unas palabras a tu pareja, por que ya todo se ha tintado de odio y rencor... entonces te dice que no, de malas maneras, por que está enfadado, ¿por qué?, !vaya usted a saber por qué es esta vez!, por que no tiene ganas de ir a tu casa y abrazarte cuando tu abuelo se está muriendo y le pides una tregua, por que no quiere tocarte (como mucho follar), no quiere abrazarte y "darte besitos" sólo por pena, que como mucho dais una vuelta juntos, pero que no esperes que, después del chantaje emocional que es decirle que tu abuelo se muere y que por favor, esta vez sea un poco cuidadoso con su chaparrón. Añádanse un sinfín de peroratas amorosas de inspiración normalmente nocturna que jamás obtienen respuesta mas allá del "gracias ;)". ¿Tiene arreglo una relación que no es relación por que él prefiere tenerte a escondidas?, ¿tiene arreglo una relación en la que el cariño y "las cosas que van mas allá de un enfado", como abrazarte si lloras por que tu abuelo se muere, han sido volatilizadas por el rencor?. Yo creo que no y, sin embargo, soy incapaz de terminar con ello, por que me dejo siempre embaucar por los chantajes emocionales, con los "ya sabía yo que tú no ibas a ...", "como quieras, pero yo te he aguantado a ti y tú ahora no quieres darme tiempo" etc etc. No es que quiera romper por falta de sentimientos, es que esta relación nos está destruyendo alos dos, por que está claro que su rencor y resentimiento son reales y son causados por algo, no digo que yo tenga la culpa de todo como él lo piensa, si no que él lo siente así y su sentimiento es real. Entonces, ¿qué sentido tiene estar con alguien que te hace sentir TAN mal?, no lo entiendo, sinceramente.

lunes, 29 de julio de 2013

Hoy me he levantado torcida.

Después de un fin de semana tranquilo, pacífico, a gusto conmigo misma, me he levantado muy triste. La verdad es que llevo una época en la que me estoy dando de bruces con algunas personas. Hay cosas que no puedo comprender, o mas bien aceptar y asimilar como parte de la condición humana. Me imagino que hay cierta soberbia por mi parte y no acepto cierto tipo de cosas, me niego como una niña con una rabieta. Hace unos meses, una amiga por la que me he desvivido me ha traicionado de una manera incomprensible; primero me dejó de hablar como si estuviéramos en el colegio, pero no contenta con ello, me perjudicó en el trabajo enviando un correo que me dejaba en mal lugar. Me está costando aceptarlo, pero creo que es mas complicado que eso... cuando le doy a una persona mas allá de mis límites, se acaba volviendo en mi contra. También me está pasando con mi actual no-pareja, que responde con un gracias y un guiño a toda una declaración de amor y cariño. Entonces, todas aquellas enseñanzas de las madres en las que se te dice que cuando das la vida te devuelve bla bla... ¿son una puñetera patraña?, pues se ve que si. En fin, nadie te respeta si no te haces respetar, es ley natural.

jueves, 11 de abril de 2013

Conflictos.

Parece que uno se inspira mas cuando no se siente bien, al menos yo soy de esas personas a las que se les activa la maquinaria para intentar comprender el por qué de cierta cosas. Se que no es necesario comprenderlo todo, que no todos estamos preparados para comprender según qué cosas, que otros no queremos, consciente o inconscientemente, entenderlas, se que las respuestas son múltiples y variadas, la mayoría válidas, pero que no satisfacen mas que a unos pocos. A veces se hace complicada la comunicación sencillamente por las diferencias de cada uno, por cómo se expresa uno y cómo recibe el otro y viceversa. Pero otra cosa es que te intenten hacer comulgar con ruedas de molino, cuando le dices a alguien que sabes que te está mintiendo con toda la mano izquierda que puedes, tanta mano izquierda que dejas tu persona a merced de un manipulador, una manipuladora, en este caso, y la manipuladora insiste y retuerce su historia ante tu perplejidad, pero sin apearse de la mentira, solo adornándola o justificándola. Y tú escuchas sopesando las miles de opciones que hay, desde la indiferencia absoluta, hasta el bofetón. Pero eliges una que deje un equilibrio aceptable entre la pérdida de dignidad que supone no expresar tu deacuerdo para evitar un conflicto y tener, además, que dar explicaciones de por qué sabes que la otra persona te esta mintiendo y manipulando. Así que eliges no perder el tiempo y actuar en consecuencia. Pero llega un momento en el que la manipuadora pretende, además, coger algo que tú has donado a otra persona para beneficiarse ella, vamos, pedir lo donado a esta tercera persona para ella, todo ello sin contar con la donante, que soy yo. En este momento dejo el estupor indiferente, me dirijo a ella, con calma pero sin dudar, y pongo de manifiesto que es una inmoralidad su manera de actuar. Pues eso desencadena un torbellino, una explosión de victimismo y chantaje emocional, amenazas veladas, cubiertas de lamentaciones y mas victimismo. Estoy confusa, este conflicto me ha revuelto un poco por dentro, pero claro, ayer tampoco tuve un buen día y eso suele hacer que me cuestione. Tampoco ayuda dormir dos horas y media.

jueves, 21 de marzo de 2013

Días buenos y días malos.

Hoy tengo uno de esos días resacosos, pero de resaca emocional, que es una sensación bien conocida por mi. Estoy triste y apagada, un poco asustada y con poca confianza en mi, en ser capaz de tomar una decisión dolorosa y no dar marcha atrás. Necesito ser consecuente con lo que se que necesito, que merezco, con lo que me corresponde. No quiero enfadarme con nadie ni sacar trapos sucios, ni seguir mirando al pasado, quiero mirar hacia el futuro viviendo plenamente el presente; esto supone no sufrir innecesariamente y respetarme a mi misma consiguiendo que los que estan a mi alrededor me valoren y me respeten. Pero eso me cuesta mucho conseguirlo. Me cuesta horrores que algunas personas muy cercanas vean lo bueno que hay en mi en lugar de casi solo lo malo, lo malo que tengo y lo que se me achaca. Hoy estoy triste por eso. Siento que me desvivo y que hago mas de lo que cualquera haría por otra persona y que, cuanto mas hago, menos se valora. Algo estoy haciendo mal. Se que cometo errores, como todo el mundo, que no soy perfecta. Se que me cuesta aceptar las respuestas que no quiero escuchar, pero me entristecen profundamente las respuestas displicentes y faltas de sentimientos y tacto. Necesito poder expresar mis sentimientos y necesidades sin ser castigada por ello. Pasan los años, estoy cansada de las épocas convulsas.

domingo, 24 de febrero de 2013

Echar el freno.

Es muy difícil pararse y ser consciente de quien eres en esta vida que llevamos, con tanta autoexigencia, tantas necesidades creadas, tanta crisis, conflictos laborales y personales... pero hay que echar el freno para no perder de vista lo único que es fundamental, tú. Alfredo me dijo que estoy encorsetada y le he estado dando vueltas. Lo cierto es que yo estaba convencida de que, desde que salí de la casa, mi vida había cambiado y había dejado atrás mucho lastre, sin embargo, también dejé atrás una parte muy importante de mi misma, y es justo esa en la que solo estoy yo, esa capacidad de ser yo misma. Puede que me haya dejado llevar por aquellas cosas que debería querer, sentir, ser... nublando lo que de verdad soy, quiero y siento. Y es que no es tarea fácil. Ahora estoy dispuesta a pararme y a dejarme llevar para poder volver a sentirme. Una de las cosas que echo de menos es este rincón privado en el que expresarme, reflexionar y divagar. Me siento un poco oxidada, la falta de costumbre ha de ser, pero aquí estoy, he vuelto y sigo siendo yo... y me siento bien.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Enganchada al pseudoamor.

No se como me lo monto, pero ya tengo una nueva historia... un pijísimo con un supercoche y que cumple todos los requisitos para NO ser mi pareja... le gusta el futbol, no lee, le gustan las pelis americanas supercoñazo de catástrofes donde un tipo salva a la humanidad con una hoja de lechuga etc, pero que resulta ser NORMAL. No se impone reglas, no pretende ser un progre al uso, no le importa decir que le gusta ver la tele y que no le interesa la música clásica, está loco por mi y a mi me encanta; ¡puedo estar tumbada en el sofá y no para de hacerme cariñitos!, ¿cuánto hacía que no me pasaba eso?, ni siquiera me acuerdo y, sin embargo, he estado casada y he tenido dos relaciones y varios amantes en los últimos años. Qué cosas... me enamoro de los que no me quieren y me dejo querer por los que si.

También es verdad que, detras de un escéntrico e interesante macho con talentos sexuales sobrehumanos, se ocultan acomplejados escondidos detrás de una imagen, gente que me vuelve loca y que, además, me somete!!!!!!!!!

Supongo que dentro de treinta años escribiré un libro sobre mis aventuras amorosas; será divertido y morbosillo, quizás no haya mucho sobre el amor que escribir, pero así son las cosas!

De nuevo la vida tiene reservadas sorpresas para mi, no vendo el piso, no tengo inquilinos y estoy a punto de firmar el alquiler de mi nueva casa, pero todo saldrá bien, lo se, siempre sucede así.