lunes, 18 de mayo de 2009

El desencanto

Me enamoré de ti en el mismo instante en que te vi, tu sonrisa sincera que me daba tanta paz y armonía, tu piel suave de niño, tu pantalón corto... recuerdo cómo me agarrabas la rodilla cuando íbamos en la moto, con tanto candor, me transmitías tanto... y estaba dispuesta a todo por nosotros.
Tenía dudas y miedos en el saquito que todos llevamos en el hombro, pero tu aliviabas mi carga con tus palabras dulces y tu sonrisa de ángel, me abrazabas y el mundo desaparecía a mi alrededor.
Tocarnos era poner nuestras almas al sol y se miraban cara a cara, nuestros mundos, nuestros deseos, nuestros anhelos, nuestras vidas, tan unidas en aquél momento.
Cientos de razones para amarte sobre la almohada, cientos de planes, de esperas, de inquietudes, de deseos... para que resultara ser un espejismo, un sueño.
Es un puñal afilado la mentira, el engaño, el juego inconsciente del niño que quiere ser amado a la fuerza, la mera sugestión que confunde a cupido, que dispara a mi corazón incauto y confiado. Cupido disparando flechas de un amor fláccido, vacío, que se acaba tras cinco asaltos, cupones, cartuchos. Disparos de niño candoroso que esconde soberbia, que se transforma en un pequeño muchachito iracundo, hiperexigente, que llora y berrea por que no tiene, por que no consigue por que culpa a todos de no ser suficientes, pequeño ego hiperexigente, insaciable, que grita por que no le dan un caramelo cuando tiene delante una enorme tarta de frutas y majares.
Muchachito ingrato, todavía duermo con tu oso de peluche y añoro tu cuerpo que tan perfectamente encaja con el mío, que me abraza mientras duermo.
Muchachito ingrato, deja de llorar, enjuga tus lágrimas y mira a tu alrededor, mira tu pequeño palacio de las delicias, juega con tus juguetes en lugar de llorar por los que no tienes, sacia tu hambre con los manjares que se te presentan en lugar de gritar por lo que no te ponen.
Muchachito ingrato, recibe el amor de las caricias que te dan, los abrazos y los besos, las palabras cálidas al oído, los tiempos de espera, acepta el apoyo incondicional, saborealo y no lo machaques, mira el mundo soleado y deja de sentir tormentas. Lo tienes todo a tu alcance, no patalees, no lo rompas, no pierdas tiempo y se feliz.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

...y sobre todo Joan, no te salves!

Un abrazo.

Sun-T dijo...

De muchachos ingratos (y tambien muchachas) esta el mundo lleno, menos mal que aun quedamos nosotros.
Un besazo desde la mas profunda ataraxia (que pronto volvera con animos renovados)

joaninha dijo...

Muchas gracias chicos :), es tan reconfortante teneros por ahí...
Besazos!!

Sun-T dijo...

En todo caso: Gracias a ti por compartir esos retazos de tu vida

Un besin (no me olvido de ese cubata que tenemos pendiente)

joaninha dijo...

Cuando Ud. quiera!
Besazos!