A veces, me siento en el sofá, cuanto todo está en calma, y abrazo el vacío que hay a mi lado, cierro los ojos y mi interior chorrea, todo mi ser florece y le susurro al oído "te quiero".
Quiero, aunque no haya nadie, amo aquello que ni siquiera existe y ese vacío me abraza mientras duermo, me acaricia el pelo, vela mis sueños, me observa, recorre con su mano mi cuerpo, "estoy aquí", me dice, y yo puedo volar.
Existe un mundo en el que tú y yo estamos juntos y lo demás no importa.
Buenas noches, mi amor, hoy voy a soñarte.