jueves, 27 de diciembre de 2007

Si hay que hablar de la navidad, se habla y punto.

Bueno, pues venga, voy a escribir sobre las navidades, bueno, “mis” navidades, que no escapan de la tónica surrealista de mi existencia, así que, paso a relataros los últimos acontecimientos.

El sábado pasé el día en Ávila con mi amigo Carlos, estuvimos paseando por la ciudad y nos comimos unos chuletones que no valían, ni por asomo, su precio. Lo pasamos bien, aunque claro, con Carlos siempre surgen las dudas sobre si debo o no debo seguir quedando con él, por que siempre tiene que hacer algún comentario sobre “nosotros”, pero, ¿quién tiene que protegerle de las cosas que le hacen daño, él o yo?, y ni siquiera se si quedar conmigo le hace daño… Por lo menos he conseguido, al fin, con 33 añazos, entender que, para los tíos (y sin ánimo de generalizar), cuanto mas marimacho te comportas con ellos tratando de que vean en ti tan solo a un “amigote” mas, mas interpretas que quieres que te arranquen la ropa… y yo, si fuera creyente, me preguntaría “¡POR QUÉEEEEEE, DIOSSSSSSSSSSSS, POR QUEÉEEEEEEEEEEEEEEEEE!”, ¿es que no se puede tener un amigo sin que acabe mirándote como un filete de ternera sobre un plato?, incluso si te ven recién levantada, con legañas, en pijama, sin duchar… eso da igual.

He de decir en mi defensa, que ésta misma conversación ya la he tenido con Carlos y siempre dice lo mismo, que para cuidarse ya está el solito y que solo quedamos como amigos… pero permitidme que lo dude. Pero bueno, parece que ésta es una de tantas eternas polémicas. Lo único que me queda hacer es, según lo entiendo yo, dejar de aceptar planes con él mientras no seamos realmente amigos.

Como era de esperar, el domingo me levanté reflexiva y con pocas ganas de salir a la calle, pero me llamó una amiga de Luis con la que todavía hablo de vez en cuando y estuvimos charlando un poco de todo. Me contó cosas de él y la verdad es que me dio pena, es absurdo después de cómo se portó conmigo, pero me da pena. Él quería ser libre y, justo la chica con la que pretendía ir de la mano por las mil y una noches etílicas, es justo la que le ha puesto las cadenas. Es lo que tiene la vida.

El lunes, día de Navidad, amanecí con una nube gris sobre la cabeza, me esperaba una noche con mis padres de “repicapunto”, pero la cosa fue aún peor, mi madre se dedicó, desde las 4 de la tarde, a hacerme su ya conocida ANTITERAPIA, con su mejor intención, pero es que te dice unas cosas y de una manera que acabas yendo a la cocina, con cara de estupefacción, a coger el cuchillo mas grande y mas afilado. Y es que nadie como una madre para hacerte sentir insegura de todo, consigue que me tiemblen las canillas y que se me quede el espíritu mirándome como el gato de Sreck tratando de que mi voluntad ponga firme mi autoestima.

La velada navideña, tras ingentes cantidades de vino y comida, fue entre romántica y siniestra, es decir, mi madre tuvo a bien sacar las cartas de amor que le enviaba mi padre y que todavía no ha terminado de quemar en la chimenea de la casa del pueblo. Si, queridos míos, tuve que escuchar las confesiones íntimas, románticas y no tan románticas, de mis padres. Menos mal que no había sexo explícito, por que ya había localizado el cuchillo mas largo y mas afilado…

Me imagino que alguno de vosotros encontraréis la velada entrañable y emotiva, pero es realmente incómodo que tus padres te involucren en sus momentos mas íntimos, es casi como si te los encuentras haciendo el amor (cosa que, evidentemente y como no podía ser de otra manera, a mi me ha pasado… corramos un tupido velo).

Para terminar la noche y para seguir la rutina de todas y cada una de las visitas a casa de mis padres, insistieron en que me quedara a dormir, pero había sido ya demasiada dosis de realidad para mi pobrecita alma errante. Menos mal que nochevieja la pasaré con mis hermanas, sus respectivos machos alfa y mis sobrinos.

Aun así, sigo de muy buen humor, todo el mundo está de vacaciones, duermo media hora mas, no tardo nada en llegar al trabajo y, lo mejor de lo mejor, NO TENGO NINGÚN JEFE, NINGUNO!.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no puedo ser sólo amigo de alguien que me gusta...
Un alma "herrante" es una alma que pone herraduras??? Sería un concepto novedoso XDDD
Bsitos

istharb dijo...

Se me ocurre decirte, que quien juega con fuego al final se quema. Y que con los amigos es mejor no hablar de "nosotros" sino de nosotros (has notado la sutil diferencia??? jajajajjaja)

En cuanto a tú comentario decir, que somos medio impares, así que una más viene bien siempre, ya sabes!!!! jajajajajaja

Un beso

joaninha dijo...

alotmo, ay madre, merezco la muerte, pues si, herrante, que pone herraduras ainssss (ahora mismito lo corrijo)

istharb, exacto, su "amistad" está condicionada a si acaso pilla algo :-)

acoolgirl dijo...

Felices fiestas guapa!!

Ya veo que sabes sacarle lo positivo a las cosas... genial!!!

Del tema de Carlos no se que decirte... alejarte podria ser bueno para vuestra amitad, pero puede que el se sienta herido... Es complicado!!

Un besitooo

joaninha dijo...

acoolgirl, qué alegría verte por aquí. pues lo de carlos, está claro que lo mejor es poner tierra de por medio...

istharb dijo...

jajajaja e año que viene te toca ser perro!!!!

Aunque la directora es mi sobri, veremos a ver que se le ocurre!!! jajajajaja

Un beso

Perezoso. dijo...

Pues no esta bien que en mi primer comentario en tu blog sea para dar consejos pero si que comparto lo que dijo alotmo..

Yo tampoco podría ser amigo de alguien que me gusta y si yo no fuera capaz de poner tierra de por medio a largo plazo agradecería que esa persona lo hiciera por mi..Alla tu,aunque creo que lo tienes claro.

Un beso y te seguiré espiando,ja,ja.Besitos castos y de amigo Eh!!!