domingo, 24 de febrero de 2013

Echar el freno.

Es muy difícil pararse y ser consciente de quien eres en esta vida que llevamos, con tanta autoexigencia, tantas necesidades creadas, tanta crisis, conflictos laborales y personales... pero hay que echar el freno para no perder de vista lo único que es fundamental, tú. Alfredo me dijo que estoy encorsetada y le he estado dando vueltas. Lo cierto es que yo estaba convencida de que, desde que salí de la casa, mi vida había cambiado y había dejado atrás mucho lastre, sin embargo, también dejé atrás una parte muy importante de mi misma, y es justo esa en la que solo estoy yo, esa capacidad de ser yo misma. Puede que me haya dejado llevar por aquellas cosas que debería querer, sentir, ser... nublando lo que de verdad soy, quiero y siento. Y es que no es tarea fácil. Ahora estoy dispuesta a pararme y a dejarme llevar para poder volver a sentirme. Una de las cosas que echo de menos es este rincón privado en el que expresarme, reflexionar y divagar. Me siento un poco oxidada, la falta de costumbre ha de ser, pero aquí estoy, he vuelto y sigo siendo yo... y me siento bien.